martes, 19 de junio de 2007

¿Mi amigo DD se convierte?

Hola, papi, feliz día. Qué hacen?
Es domingo, Día del Padre.
No tengo hijos, mucho menos uno que tenga celular y me escriba mensajes.
Es mi amigo DD, que a raíz de un viejo chiste entre nosotros, me llama papá y yo lo llamo hijo (otro post explicará esto). Estoy en el cine con miMa y unos amigos, comenzando a ver Exterminio 2. Se lo escribo, tapando la pantalla para no molestar a los muchachos.
Me la cuentas. Y por fin cuando es la marcha? Quiero tomar fotos y ver el desfile de papitos...
En esto sí parece hijo mío, qué orgullo... (se refiere a la Marcha del Orgullo Gay de Caracas). Le cuento que no está segura la fecha, y que papitos era lo que estaba viendo yo, en el centro comercial y la cola del cine.
Perra! Y cuando vamos a bailar? Se me esta olvidando...
Así seguimos con los mensajes, yo tratando de concentrarme en las primeras escenas de la película. Luego de otras naderías me suelta esta perla:
Papi, me estoy volviendo pasiva, estoy viendo braguetas que jode...
Ahora sí tengo que hacer un esfuerzo para aguantar la carcajada en el cine: ¡DD es el marico más consistentemente activo que conozco, si es que tales roles tienen alguna validez! Le gustan los hombres —en eso está claro— pero siempre ha sido la parte de arriba del asunto. Se ha cogido a media urbanización donde vive, y una buena parte de mi propia zona. Me ha cogido a mí, por Dios, pero esa es otra historia... Y como cada vez que insinúa su decisión de, ahora sí, dejarse penetrar o darle a alguien la felación que siempre recibe, me lo tomo a broma y le contesto:
Ya era hora! Despues de todas las que has hecho... Te vere mamando...
Mientras él escribe, le muestro a miMa el mensaje de su preocupación con las braguetas. Entorna los ojos —también se sabe los cuentos de DD: que si me lo voy a buscar grandote, que si tiene que ser bello, que después que empiece se va a volver una pasiva más — y en eso llega la respuesta:
Bueno, tiene que ser en el club, con uno grandote, que me haga vomitar, jajaja
Mi amigo se repite... ¿Será que me está anunciando lo que ya tiene intención de hacer? No lo creo: nunca ha manifestado ninguna clase de interés por un pene que no sea el suyo propio. Si, como dicen algunos, la felación hiciera algo con el tamaño del miembro, DD orinaría por el ruedo del pantalón.
Bueno, ya te contare cuando me den por la boca, tu sabes que soy muy espontaneo...
Cómo dudarlo. Tampoco lo dejo escapar:
Contarme no, debo verte, bastante me has visto tu hacerlo... Te tomare fotos.
Hemos tenido esa conversación antes, y creo que no pasa de ser una broma para mensajearnos. Pero, ¿puede cansarse un gay de su rol sexual común, y cambiarse sólo para probar? No él, pero tal vez. ¿Y si alguien siempre ha deseado probar, y no se haya atrevido por alguna extraña causa? Otro amigo mío, de similares características y costumbres —aunque no tan solicitado como DD, todo hay que decirlo— piensa que si alguna vez "da culo" (es bastante directo, mi amigo), teme que le vaya a gustar mucho y se vuelva "una loca". ¿Cuán loca te vuelves si sólo te penetran una vez, para ver qué tal? ¿Y por hacer una mamada? ¿Dos, cien? Algunos creen tener una frontera bastante cercana: un compañero de trabajo (hétero) que tuve se partía de risa cuando le mostré fotos de tipos autofelándose. Le lancé la pregunta: Si pudieras doblarte así, ¿lo harías, te darías a ti mismo ese placer? "Qué va... ¿Y si me queda gustando mamar güevo?"

Tal vez DD necesite un poco de apoyo para intentar lo que nunca ha hecho. Una especie de aprobación, si bien simbólica. Quizás necesita que le prometa que no va a empezar a caminar extraño o a pintarse las uñas si toca un pene con la boca... Aunque en el fondo él sabe todo eso: conoce mis preferencias y las de otros cuantos, y sabe que somos y nos vemos como personas normales, no desarrollamos ninguna preferencia por sedas rosadas o tacones... El mensaje que debo enviarle, ya fuera del cine y una vez que escribí esto para leerlo y pensarlo, quizá deba ser:
Solo ve dentro de ti. Tu sabes quien eres, y lo que hagas no debe cambiar lo que piensas de ti mismo...
Y además, siempre me quedarán las fotos de recuerdo.

5 comentarios:

  1. Jejeje acabo de recordar que tengo un muy buen amigo que cuyo rol es por temporadas, es muy temperamental al respecto, tiene temporadas en que es activo 100%, otras en las que es muy pasivo, y algunas pocas veces quiere de todo. Y a le digo con razón no sabes en que hueco meterte o en que palo ahorcarte

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  2. Hola amigote como te va, muchos saludos, te cuento que estoy aca para invitarte aparticipar en un juego, se trata de escribir un post com 8 cosas muy tuyas y luego invitar a 8 blogeros lo que tu mas frecuentes a participar en esta cadena por así decirlo, de igual forma pasate por mi blog para que le des un vistaso a mi último post y así veas mas o menos como es la dinamica de la vaina jajaja. saludos y un abrazote amigote.

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  3. Yo siempre lo he dicho...

    Nadie es 100 activo... y eso se concluye de tu post... no se depronto el tipo quiere subir el nivel y ahora le toca morder un tris de almohada...jajajajajaja

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  4. Cada vez me convenzo más de que hay que ver el comportamiento sexual como un continuum del blanco al negro que pasa por una gran gama de grises.

    Las experiencias, la gente que uno va conociendo, las circunstancias temporales en que nuestros encuentros ocurran, y otras muchas variables, harán que los estímulos que nos excitan varíen, y se encuentre uno como tu amigo, Pata, un rato activo y otro pasivo —en mi caso creo que depende más de qué me provoque con una persona y qué me provoque con otra— o sienta que ya le toca probar otra cosa —como opina mi querido Joker; o yendo más allá, al tema de mi anterior post, que en determinadas circunstancias sientas más apego a la forma y sentimientos femeninos y luego de buenas a primeras te eroticen los machos como tú.

    Siempre que haya respeto, responsabilidad y mutuo consentimiento, creo que para estas y otras divinas experiencias es que estamos puestos aquí...

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  5. Yo creo que sobre este tema lo único que queda es contar la experiencia propia. Aquí sí que vale decir que cada cabeza es un mundo, y en este caso todo se supedita a algo que ni el más osado puede objetivar: el placer.
    En mi caso, comencé siendo activo porque me daba terror pensar el dolor que ocasionaría ser penetrado. Finalmente, un buen día, pensé que si había gente que le gustaba, algo bueno tenía que tener, es decir, me dispuse a aprender lo que es el placer anal. Y desde ese día, me ocurre lo que tu comentas: hago lo que me provoque hacer en el momento. Siempre he dicho que en ese sentido la "versatilidad" es una gran ventaja: aprendes a disfrutar haciendo lo que quieras hacer, sin limitaciones.
    Y bueno, supongo yo que eso no ha implicado ningún cambio de conducta que me vuelva más femenino, pero eso es algo que no puedo evaluar yo solo. Capaz y le preguntas a cualquiera y resulta que yo soy más fuerte que nadie.
    Saludos y gracias por pasar por mi blog.

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