jueves, 10 de mayo de 2007
Buceus interruptus
Vas por la calle distraído y de repente, caminando en sentido contrario, se acerca hacia ti uno que parece que está biengüeno. Camina rico, se ve de lejos un tremendo cuerpo. Preparas el momento de buceo máximo —cuando pase junto a tí— desviando la mirada como si no lo has visto, para atacarlo directo a los ojos cuando falte un par de metros. Ya parece cerca... miras el reloj, el semáforo... y cuando te das cuenta, y lo tienes casi a tiro, volteas y está entrando a un edificio, unos pasos más adelante, y aceleras el paso pero todo lo que puedes ver —bucear— de cerca es un tobillo desapareciendo por una puerta de vidrio templado.
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